Innovative Approaches to Hazardous Area Classification | AIChE

Innovative Approaches to Hazardous Area Classification

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Las plantas de procesos, especialmente de la industria petrolera y petroquímica, son vulnerables al desarrollo de escenarios peligrosos, debido a la naturaleza de los productos involucrados; a los volúmenes de materiales peligrosos que se manejan; a las condiciones de procesos que se alcanzan; al tipo de operaciones realizadas, entre otros factores, que pueden resultar en consecuencias no deseadas sobre el personal, el ambiente y/o los activos.

Para reducir el riesgo de un escenario peligroso, se implementan capas de protección capaces de detectar, prevenir y detener el desarrollo del evento no deseado o de mitigar la severidad de sus consecuencias. Un tipo de capa de protección es la activación de una alarma que anuncia el desarrollo de una condición inesperada de peligro potencial, la misma debe contar con la correspondiente intervención del operador para llevar al proceso a un estado seguro.

Para que una alarma pueda ser acreditada como una capa de protección independiente, debe ser: confiable, específica para anunciar un escenario peligroso, efectiva para detener el desarrollo del escenario e independiente del evento iniciador y de otras capas de protección. A su vez, se debe garantizar que el sistema de alarmas sea validado, mantenido, auditado y disponga de controles de acceso y de una gestión de manejo del cambio. Puesto que el operador forma parte de la capa de protección, se debe garantizar su formación y entrenamiento periódico, además debe disponer de una interfaz hombre-máquina (HMI) eficiente y procedimientos que indiquen la respuesta ante cada alarma. Adicionalmente, se deben tener en cuenta sus limitaciones físicas.

Un sistema de alarmas eficiente se caracteriza porque cada alarma cumpla con las siguientes características:

  • Debe ser única en el sistema, precisa sobre la desviación del proceso y relevante para el operador.
  • Debe tener un escenario peligroso asociado, una clasificación asignada, una prioridad de respuesta, una descripción comprensible, una indicación de la acción que debe ejecutar el operador y un tiempo oportuno de activación y respuesta.

Una de las deficiencias recurrentes en los sistemas de alarmas en funcionamiento, es la sobrecarga del sistema con alarmas innecesarias, repetidas, sin una respuesta del operador asociada, configuradas con una clasificación y/o prioridad equivocada, entre otros casos que conducen a que el operador pierda la sensibilidad de reacción ante la activación de una alarma, no responda a la activación de las alarmas en un orden correcto o no disponga de tiempo suficiente para detener el desarrollo del escenario peligroso o de mitigar sus consecuencias.

La implementación de un Sistema de Gestión del Sistema de Alarmas favorece su funcionamiento en el tiempo mediante el seguimiento de un ciclo de vida. En este trabajo se presenta un enfoque, desarrollado por CSF Consultoría en Seguridad Funcional, basado en el ciclo de vida de sistemas de alarmas de la norma ANSI/ISA-18.2/IEC-62682 “Management of Alarm Systems for the Process Industries”. Este enfoque agrupa las fases del ciclo de vida en tres etapas: análisis (filosofía, identificación, racionalización, ASRS, diseño básico), realización (diseño detallado, instalación y recepción, y validación) y operación (operación y mantenimiento, modificación y retirada del servicio).

A pesar de que todas las etapas del ciclo de vida son importantes, se considera que la etapa de análisis es la de mayor relevancia, debido a que en ella se establecen las bases del sistema de alarmas; los requerimientos básicos de diseño, la definición de los lineamientos para el desarrollo del resto del ciclo de vida y la lista definitiva de las alarmas del sistema, junto a sus requerimientos funcionales (clasificación, prioridad, punto de ajuste, etc.).

Existe preocupación en la tendencia actual, de muchos usuarios finales, de implementar softwares especializados para el manejo de alarmas, sin el debido proceso de gestión asociado. Estos softwares, deben ser utilizados para potenciar el sistema de alarmas en la etapa de operación, no para sustituir toda la gestión del ciclo de vida del sistema. Ningún programa puede recibir datos sin sentido y producir resultados coherentes, por esta razón debe existir una definición adecuada de cada alarma en la etapa de análisis, que asegure que las alarmas resultantes son las necesarias y que sus características son las correctas, para luego proceder a ser cargadas en el software.

En este trabajo se destaca la etapa de análisis dentro del ciclo de vida del sistema de alarmas, haciendo énfasis en una metodología de racionalización efectiva y en la documentación. Como parte de la metodología empleada, se desarrolló un flujograma para la justificación de las alarmas a configurar en el sistema de alarmas de un terminal marítimo, se clasificó cada alarma en función del escenario peligroso asociado y se le asignó una prioridad de respuesta, empleando una matriz calibrada de acuerdo con los requerimientos de la instalación. Todo esto, validado por medio de un análisis de peligros y riesgos especializado para el sistema de alarmas, realizado por un equipo multidisciplinario. Adicionalmente, se detalla el desarrollo de las especificaciones de los requerimientos funcionales y de seguridad de una alarma (ASRS), como parte del proceso de documentación.